miércoles, 29 de abril de 2009
El martes pasado...
Por Víctor Víctor
Sábado 25 de abril, 2009
El martes pasado, los miembros de la Asamblea Reviso-Inquisidora que aprueba laconstitución presidencial, se ganaron el cielo porque gran parte de la curia y sus jefes, los escuderos del opus dei, sonrientes diáconos, monjas y feligreses creyentes en la iglesia de Roma, además de la muchedumbre discriminada en variadas agrupaciones de las llamadas cristianas, doblaron el brazo a esos asambleistas y le impusieron el mandato del mal llamado ‘derecho a la vida’: un reconocimiento a la autoridad que ejerce sobre ellos la ultraderechista burocracia político-religiosa, que reparte solares en el cielo y que de seguro enviará al infierno (la cuchilla) a los 32 que no corroboraron el ‘santo envío’ del presidente.
Fue una maniobra pragmático-religiosa, válida para salvarse de las llamas del infierno, a pesar de toda la mala fama que tienen los legisladores con sus mágicos barrilitos y saluditos al ‘hombre del maletín’.
Arderán en el fuego eterno Minou y sus amigas y amigos, junto a todos los que estábamos contra tal eufemismo que predica salvar las vidas de los niños, aunque fueran concebidos por violadores, sádicos ladrones y otras delicias de la sociopatía nacional.
No importa que mueran millares de madres, las que ahora tendrán que pecar religiosamente o constitucionalmente, cada vez que elijan un aborto por dolencia o vergüenza.
La fe ciega por ganar el cielo logró una nueva división en la sociedad, pierde respeto la constitución, la gracia de Dios se aleja de muchos, los santos apóstoles perderán seguidores y menos mujeres irán a la procesión del viernes santo.
Que cosa, desde el martes recién pasado, el servicio de abortos clandestinos aumentó de precio por riesgoso. Y se creó uno nuevo, para casos muy especiales…
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